Tan voraz es la presencia de las doce obras en esta retrospectiva enfocada del trabajo de Al Loving, puestas como están en el marco inerte del cubo blanco, que podrían describirse mejor por las actividades que resultaron en su creación: apilar, tejer, capa, rasgar, cortar, gotear. Las cinco obras de la primera galería son esencialmente collages de espirales y cuadrículas entretejidas, a menudo pintadas, relucientes y glosadas con un brillo chillón y reflectante. A la vez galácticos y astutos, empujan contra las ortodoxias del medio, ya que no tienen base ni matriz sobre la que se coloquen los diversos elementos. En otras palabras, son todo collage, con un feliz exceso de sinuosos bordes expuestos.
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